Hacia 1930
Ángel Ferrero decide abrir un pequeño taller
mecánico en la
ciudad de Avellaneda Pcia de Buenos Aires. Asimismo
también
prepara y corre automóviles en la incipiente categoría turismo carretera.
Con el
correr del tiempo se especializa y sobre todo frenos para
pesados. De un pequeño taller ya se ha convertido en una
empresa con varios empleados.
Estamos en
la década del 40 y se han abierto varias sucursales. Buenos
aires conoció la frase por la publicidad radial de aquellos
años " Oh que frenada !!!: aquí no ha pasado nada !! Frenos
Ferrero de la voz de los locutores mas famosos de la época.
En la década de 50 se incorpora su hijo Héctor Ferrero, juntos siguen con el crecimiento de la empresa conforme
avanza la industria automotriz argentina. En una economía
que cambia año a año y con la industria del automotor ya muy
diversificada y tecnificada; a principios de los 80. ingresa
a la empresa su nieto Sergio Ferrero y comienza un cambio
radical en la dirección . Se convierte en un taller integral
y multimarca. Atendiendo a empresas de 1º línea . Hoy con una
alianza con Bosch Argentina, se dio un salto de calidad para
la atención de vehículos de ultima generación.
Hoy con
el crédito que otorgan 89 años de actividad interrumpida y
en manos de la misma familia (3ra generación) queremos tener
el privilegio de contarlo como cliente.
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